31 de enero de 2010

31 de enero de 2010

sábado, 15 de mayo de 2010

Morado con un toque de cielo.

Orquídeas azules y un paquete de cigarrillos. Era un lugar...¿mágico? No lo sé, pero llegamos a eso de las 2. Dos en punto. Dos y media. El calor era insportable, tú simplemente lo ignorabas. Nos tomamos de la mano para saltar y me soltaste. Así, sin explicación alguna, y me dejaste caer. Me dejaste caer sola. Pero lo disfruté. Lo disfruté mucho más que sí me hubieras acompañado, tristemente así fue. Sentí la brisa entre mis pupilas y pestañas, y así, viendo al horizonte, sonreí, no estaba asustada, ni por ti, ni por mi.

No hay comentarios: